sábado, 3 de febrero de 2024

Apertura. "El comodín de la llamada". (IV/4, M6). Aneto, cara noreste. Febrero 2024




Mismo horario, mejor nieve y esta vez somos 3. Las 6 horas de aproximación se nos quedan en 5 y a las 8:30 hacemos la reunión inicial tras deleitarnos con un fantástico amanecer.

Primeras luces.

Desde la R0.

Día de mixtos duros por una línea que busca desplomes alternados con corredores, día de muchas horas en pared y mucho frío en las manos. Y día que acabará de noche con el saldo de otra propuesta en la noreste del Aneto.

L1: 50 m/ 3+, M5

Mixto y placas de hielo se suceden ganando metros con elegancia hasta hacer reunión bajo un desplome.

L2: 60 m/ 3, M5+

Se supera el desplome en mixto duro y se accede a un corredor de nieve que surca la parte central de la pared, reunión a su izquierda cuando se acaba la cuerda.

L3: 55 m/ 65°, M4

Continúa el corredor, ahora en hielo y con algunos resaltes, hasta llegar bajo el muro final.

L3.

L3.

L4: 40 m/ 4, M6

Se sigue una goulotte que muere en un desplome, superado, una placa lisa accede a la fisura helada que gana la arista.

Por fin, la arista.

Como en las dos escaladas anteriores en esta pared, toda la protección y las reuniones de la vía, las hacemos en roca.

Son las 5 de la tarde, recogemos y para abajo con el frontal a mano, que llegaremos bien entrada la noche a los Llanos.


miércoles, 24 de enero de 2024

Apertura. "Diedro Amagau". (IV/4, M5+). Aneto, cara noreste. Enero 2024



Volvemos a la noreste del Aneto. En la reciente apertura, hace 3 semanas, de "Caprichos del Viento", Jonatan y yo pensamos en una atractiva posibilidad por su izquierda, se intuía un diedro que no se dejaba ver. Hoy lo hemos abierto, "Diedro amagau", que significa "escondido" en la lengua del valle de Benasque, el patués.

A las 3 de una madrugada cálida y bajo la luz de una luna que mañana será llena, partimos de los Llanos del Hospital en lo que, bien lo sabemos, va a ser una larguísima aproximación. Desde Aigualluts abrimos huella en una nieve que, en ocasiones, llega hasta la rodilla. La calidez da paso al fresco, y éste al frío de las alturas acompañado de un moderado viento norte.

Clarea a 3000 m.

Y amanece a 3100.

Tras casi 6 horas y media estamos a pie de vía, unos metros a la izquierda del comienzo de "Caprichos del Viento". Sólo llevamos friends y serán los protagonistas de protección y reuniones.

L1: 55 m/ 3+, M5+.

Mixto duro que, con cierta tendencia hacia la izquierda, gana metros hasta enderezarse en un muro ligeramente desplomado pero que permite buenos gancheos en una roca que, además, deja proteger muy bien. El hielo es suficiente para traccionar y se sale a buena nieve. Reunión en la pared izquierda.

L1.

L1.

Final L1.

L2: 60 m/ 4, M5+.

Se encara una bonita goulotte que, sin grandes complicaciones, va estrechándose hasta converger en un diedro. El diedro, prácticamente vertical, de nuevo es muy agradecido para los gancheos, además sale a buen hielo y da opción a una perfecta reunión lazando un bloque justo tras superarlo.

L2.

Final L2.

L3: 55 m/ 65°/M.

Rampa de nieve con algunos resaltes y cornisa final bastante tiesa. La nieve aquí es más inconsistente y se van algunas placas para abajo. Conviene proteger por esa razón pese a la moderada inclinación. Reunión con el cuerpo en la otra vertiente.

L3.

L3.

Ya al sol recogemos material y, tras la foto de cumbre de rigor, afrontamos el larguísimo descenso, esta vez por Aigualluts. Comentamos durante él esa filosofía, en la que coincidimos plenamente, de no dejar nada en unas paredes alpinas que son de todos. Y es que eso del taladro y los parabolts no cabe en nuestro concepto de alpinismo de aventura. 

Cima.



jueves, 4 de enero de 2024

Apertura. "Caprichos del Viento" (IV/4, M5+). Aneto, cara noreste. Enero 2024





Hace algún tiempo Jonatan García me comentó que le apetecería hacer algo interesante por Gredos, que a ver si cuadrábamos las cosas y encontrábamos la ocasión, de igual forma, me invitó a ir a su valle y hacer algo que nos motivara. Ahí quedó la cosa como plan de futuro. 

Esta temporada, en el patio de mi casa, las nieves se están haciendo esperar, y mis miradas están en un Pirineo donde, en altura, las condiciones son aceptables. El primer jueves del año parece un buen día para escalar, pero una serie de contratiempos hacen que, a dos días vista, no encuentre compañero. Me levanto a mis raras horas y se me ocurre mandar un wasa a Jonatan con el fin de que, cuando se despierte, me diga si le cuadra y apetece hacer algo ese día. Son las 3:30 de la mañana y, sorprendentemente, me contesta de inmediato: "que sí, que venga, que nos vamos al Aneto a abrir". Cuando un tipo se hace 51 tresmiles en 34 horas es porque es rápido, eficiente y resolutivo. Y he aquí la muestra.

24 horas más tarde, a las 3:30 de una estrellada madrugada, partimos desde Llanos del Hospital hacia la pared norte del gigante. Como somos de palabra fácil y rápido caminar, la larguísima aproximación se nos hace amena, ponemos crampones en Aigualluts y poco después desaparece toda huella, ganamos metros, entramos en el reino de las alturas, y mejora la nieve, a ratos dura, a ratos costra, a ratos venteada.

Amanece.

Justo antes de equiparnos.


Poco después del amanecer nos equipamos mientras, desde la distancia, planeamos por donde atacar la enorme tapia. El día es muy frío pero, en esta orientación, estamos protegidos del viento de suroeste. Ya con todo en el arnés y las cuerdas desplegadas, subimos por el cono glaciar hasta pie de vía. Empieza lo bueno.

L1: 60 m/ 3+, M5

Le da Jonatan a un mixto muy vertical que accede a terreno más tumbado, el hielo se deja traccionar y se va protegiendo en roca. Después se ganan metros por un corredorcito hasta hacer reunión a la derecha con un clavo un friend.

Final del L1.


L2: 60 m/ 3, M4

Me toca la vez. Continúa el estético corredor y se toma el ramal izquierdo, unos resaltes en mixto y otros en hielo, permiten acceder a una estrecha goulotte donde se hace reunión cuando se acaba la cuerda. Se protege bien en roca por la derecha. Reunión con 2 friends.

Inicio L2.

En el L2.


L3: 60 m/ 4, M5+

Va Jonatan. La goulotte continúa hasta un muro desplomado, es el punto clave, permite buenos gancheos en roca y exige un paso atlético para salir, que ofrece buen hielo para traccionar por encima. Después, por terreno mixto muy bonito, se alcanzan las proximidades de la arista, a escasos metros de la cumbre. Reunión y protección con friends.

Paso clave.

Últimos resaltes.

Abrazote y a recoger, que el tiempo está cambiando. Ha salido una línea preciosa: definida, lógica y completamente rectilínea, y estamos más que contentos. Guardamos todo en las mochilas antes de salir a la arista pues, sobre ella, el viento es infernal.

En la reunión final.

Foto de cima y a pasar el Puente de Mahoma, a ver si no nos lleva el huracán.

Cima.


Puente de Mahoma.


Mientras entra la nube y comienza a nevar, encaramos el largo descenso por la normal del Aneto, la vuelta es agradable, vamos encontrando gente, un rato de charleta en el refu, intercambio de anécdotas y 14 horas después del inicio, el calorcito del coche, que hoy a Jonatan le he sacado de su rutina habitual de aproximar en bici desde casa.


sábado, 11 de marzo de 2023

"Lora-Callejo-Alvarez". (IV, 4, M). La Galana. Marzo 2023.

 

El 16 de marzo de 2016 tuve la oportunidad de abrir mi primera vía en Gredos, la "Lora-Callejo-Alvarez" junto con Raúl Lora y Manuel Álvarez. Para mi fue un sueño, no acababa de creer que quedaran cosas tan evidentes y lógicas por descubrir en una de las montañas más emblemáticas del Sistema Central. Hoy, casi exactamente 7 años después, como si de una celebración se tratara, vuelvo al mismo escenario con Yaco.

La primavera parece haberse querido adelantar en La Sierra, un frente de lluvia, por debajo de los 2300 metros de altitud, se ha llevado toda la nieve al Tormes. Por encima ha hecho daño, pero se han salvado los muebles y hoy, aunque el día no es frío, ha habido rehielo y la nieve está dura, tras el ritual nocturno habitual, una vez más, nos recibe un espectacular amanecer bajo el Ameal de Pablo. 

Amanecer.

Como sabemos que a partir de ahí vamos a estar muy expuestos al viento, nos equipamos y abrigamos y nos dirigimos a la puerta de Cinco Lagunas: el colladito que separa Gutres de Galana.

Desde él, observamos como la pared noroeste está muy seca, algunas vías, como Blanco Satén, abierta hace tan solo dos semanas, ni siquiera se intuyen, sin embargo, en el sector central, Ataraxia Vertical y la Lora-Callejo-Alvarez, parecen tener una sutil continuidad blanca. Destrepamos y después nos dirigimos al pie de la Lora-Callejo-Alvarez por pendientes heladas de 60°, ya estamos acostumbrados a este juego, pero no deja de ser impresionante con la nieve dura como el mármol y sobre un tobogán de 300 metros que baja hasta la Laguna del Gutre . Tal vez hubiera sido más prudente hacer un largo adicional.

Aproximación.

Hacemos reunión con dos totems y voy al lío.

L1: 40 m, 3+(hoy 4, M)

Preciosa goulotte de hielo fino (85°) con continuidad salvo un pequeño desplome seco al inicio, protección difícil con tótems hasta salir a terreno más amable (70°) en el que la goulotte se ensancha. Reunión con tótems y lazando un bloque.

Comienzo L1.

L1.

Final L1.

Final L1.

L2: 50 m, 3+, M

Continúa la goulotte y donde termina, en vez de montarse en la la arista como hace el trazado original, se progresa por unas placas de hielo fino en dirección a la cumbre. De este modo se reduce el tránsito sobre la arista a unos pocos metros y se da más continuidad a la vía en pared.

Inicio L2.

En el L2.

L2.

De nuevo en la cumbre de La Galana, contentos por la calidad de la escalada y por el trazo de esta nueva variante que es más directa que en la vía original gracias a un paño de hielo que, en el día de su apertura, estaba completamente seco. Sin entretenernos, hacemos un corto rápel y luego destrepamos hasta La Muesca. Lo demás es bajar por una nieve que empieza a sufrir y con una temperatura que huele a primavera. Mucho senderista en el camino al refugio y charla amena hasta La Plataforma. Otra más, una primera repetición con guinda de nueva variante que tiene pinta de ser el cierre de la temporada gredense.

Enlace a la apertura










domingo, 26 de febrero de 2023

Apertura. "Blanco Satén". (IV/4+, M5+). La Galana. Febrero 2023.

 





La pared noroeste de La Galana es mi escenario alpino preferido. Lo tiene todo, verticalidad, soledad, lejanía, compromiso...

Mi colección de fotografías invernales en las que es la protagonista es muy amplia y hace ya mucho tiempo pensé en una línea que nunca he visto formada del todo. Bajo la cumbre norte o Canchal de la Galana se desgaja, vertical y rectilínea, una sucesión de fisuras y diedros que, interrumpida por un nevero colgado, hace intuir un recorrido que sería el último que quedaría por trazar en la pared. El otro día, desde El Belesar, se veía una relativa continuidad blanca en él, pero sabemos que a la nieve le cuesta transformar en las noroestes y que, con los primeros golpes de calor, tiende a despegarse. Tal vez, la clave sea buscar un día excepcionalmente frío en el que esa nieve pegada esté tan dura que permita traccionar. Con esa idea en la cabeza, Yaco y yo, en la madrugada más gélida de lo que va de invierno, nos ponemos en marcha desde La Plataforma.

Pero esta intención tiene un precio.

Al llegar al Venteadero y asomarnos a Cinco Lagunas parecen abrirse las puertas del infierno: viento norte helador, nube metida y ventisca... Un infierno sí, pero un infierno maravillosamente blanco, entre la niebla, la pared se intuye abarrotada de hielo y con todas sus líneas dibujadas. Entre ellas, la objeto de nuestro deseo, parece, salvo una pequeña sección, continua en su trazo blanco.

Destrepamos por la canal que separa Los Gutres de La Galana, canal que, en esta ocasión, se presenta completamente helada, y nos dirigimos a la base de la pared, nos equipamos intentando resguardarnos del viento tras una roca, nos abrigamos más que nunca y escalamos sin cuerda por pendientes de 60° con algún resalte de 65°. Hielo puro en el que los errores no están permitidos y miradas hacia arriba tratando de encontrar una buena perspectiva.

Hacemos la reunión inicial con dos tótems y sacamos las cuerdas. Vamos a hacer largos cortitos pues la comunicación, de lo contrario, sería imposible, además es un día en el que cualquier fallo provocaría una situación muy comprometida en un entorno alejado, sin cobertura ninguna, y con una sensación térmica próxima a los -25°C.

L1: 40 m, 4+

Un sutil paño de hielo de difícil protección gana metros con elegancia, para encarar la vía hay que ir por su parte central (hielo fino) separándose del hielo grueso de su parte derecha o bien ir por la derecha y después hacer una expuesta travesía hacia la izquierda. Tras él, una chimenea helada vertical lleva a un pequeño nicho donde hacer una reunión colgada.

Protección precaria con un solo tornillo en todo el paño y después, ya en la chimenea, 2 tótems, reunión con 3 tótems.

L1.

L1.


L2: 25 m, 3+/M5+

Resalte ligeramente extraplomado en mixto duro (roca algo rota), superado, una pequeña goulotte da continuidad a la línea hasta una corta vira hacia la izquierda en la que hacer reunión bajo un nuevo resalte. Protección y reunión con totems.

Desde encima del resalte.

Llegando a la reunión.

L3: 40 m, 4/M4

Corto resalte en hielo a 90° de unos 3 metros, tras él, un nevero colgado accede a una línea de mixto y hielo a 75°-80° que, con ligera tendencia hacia la izquierda, se monta sobre un espolón poco definido. Reunión colgada frente a una pequeña cueva. Protección y reunión con tótems.

Resalte L3.

Nevero colgado.

Segunda parte L3.


L4: 25 m, 3+

Se supera el espolón en un paso aéreo y expuesto hacia la izquierda, después, una estética goulotte (70°), permite acceder al punto exacto del vértice de la cumbre norte o Canchal de la Galana.

Paso delicado L4.

Reunión vista tras superar el paso delicado.

Cima.

Muy contentos y helados de frío organizamos las cuerdas para iniciar el descenso. Tres rápeles por la cara este nos permiten llegar a terreno más amable. Aunque el sol ha hecho varios tímidos intentos por ganar la partida a las nubes, no lo ha logrado. Comentamos que nunca hemos escalado en unas condiciones tan duras, pero estamos convencidos de que ha merecido la pena, la vía, quizás la de formación más esquiva de la pared, es una de las más bonitas que alberga.

Tras rapelar y después destrepar unos cuantos metros, ya en la cabecera del Gargantón, sigue la nube metida, pero ahora apenas molesta el viento. Nos toca subir hasta el collado y afrontar la larguísima vuelta, hoy sí, muy cansados y algo tocados. Lo haremos saboreando la vía y pensando en dedicársela a Santi, el hijo de Yaco, el chaval, con ese nombre y con ese padre, tiene muchos puntos para aficionarse, cuando sea mayor, a este banal oficio sin beneficio que consiste en subirse y bajarse de las montañas heladas.

Días, una vez más, de blanco satén. Tal vez, hoy más que nunca.